VAGONETAS EN HORNOS ALIMENTADOS
CON COCK DE PETRÓLEO
Iniciada en España en los primeros años ochenta, la utilización del cock de petróleo como combustible en cerámica roja ha mantenido desde entonces una presencia continua en el mercado.
La fiebre de los primeros años ha dado paso a una consolidación de conceptos tales como:
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La conveniencia de una utilización combinada con otros combustibles (fueloil o gas) en las primeras hiladas de quemadores.
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La evolución y selección natural de los sistemas de combustión, con la supervivencia de aquéllos que inyectan de modo uniforme partículas finas de combustible.
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La aplicación a productos no afectados en su valor por las posibles manchas o cambios de color.
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La aceptación de ciertos inconvenientes a cambio de una importante ventaja en coste directo.
Precisamente por este último motivo, la utilización del cock de petróleo ha seguido una evolución paralela a la del precio de los combustibles alternativos (fueloil o gas).
Después de una larga temporada en que la gasificación del país se fue extendiendo con precios del gas relativamente bajos, la reciente evolución al alza del precio del gas ha propiciado un interés renovado en el cock de petróleo, y no sólo en nuestro país.
Uno de los inconvenientes que se ha atribuido a este combustible, y no sin cierta razón, es el posible ataque químico a los revestimientos refractarios de las vagonetas. Hay opiniones para todos los gustos, desde la que sostiene que no se debe utilizar por ser totalmente destructivo hasta la que piensa que el problema se soluciona simplemente protegiendo el refractario con la pintura adecuada. Recibimos con cierta frecuencia peticiones de suministro de "una pintura protectora" para tratar revestimientos ya irremediablemente dañados.
La realidad, según nuestra experiencia de más de 12 años de seguimiento de nuestros refractarios trabajando con cock de petróleo, es que es posible limitar el ataque y trabajar rentablemente con este combustible, a condición de seguir escrupulosamente unas reglas básicas.
No existe un material refractario de vagonetas que, por su composición química, sea totalmente insensible al ataque químico del Vanadio y otros componentes del cock, por lo que el objetivo es reducir sus efectos negativos de modo que la vida del refractario
alcance una duración que asegure la rentabilidad del cock de petróleo como combustible.
1. ASEGURAR UNA BUENA COMBUSTIÓN
que evite la acumulación de inquemados (rescoldo) sobre el refractario. Los rescoldos crean un "microclima" de atmósfera reductora y concentrada en todos los elementos agresivos presentes en el combustible.
Es preciso garantizar que:
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Las partículas de combustible quemen rápidamente en el aire. Para ello, y siendo el cock un combustible muy bajo en volátiles, es esencial una molturación muy fina.
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La alimentación sea suficientemente distribuida y sin "borbotones·.
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No se alimente cock de petróleo en zonas del horno a bajas temperaturas en las que la velocidad de combustión es también muy baja. En la mayoría de los casos será preciso un antefuego de combustible líquido o gaseoso.
2. EVITAR LA ACUMULACION DE CENIZAS
Si bien el contenido en cenizas del cock de petróleo es muy bajo, el paso repetido de las vagonetas por el horno puede llegar a acumular espesores importantes de cenizas, especialmente en los espacios situados bajo las sobresoleras. Estas acumulaciones provocan un efecto equivalente al señalado para los rescoldos, o incluso peor (no podemos olvidar que las cenizas concentran una gran parte de los factores agresivos del combustible).
Es preciso limpiar a fondo por aspiración las vagonetas, elevando las sobresoleras y limpiando por debajo de ellas a cada pasada por el horno.
3. UTILIZAR UN REFRACTARIO ADECUADO
que resista las condiciones de trabajo sin degradación prematura. Hay que tener en cuenta que dichas condiciones no son exactamente las mismas en todas las instalaciones sino muy variables de un caso a otro. No sólo porque el cock tiene de por sí una composición variable, sino también porque, en muchas zonas, su agresividad química se añade a la de las arcillas, dando así lugar a un sin fin de combinaciones distintas.
Por todo ello, sólo la experiencia de muchos años en instalaciones muy diversas asegura la idoneidad de un refractario para su utilización con cock de petróleo
como combustible. No existe, hoy por hoy, una prueba de laboratorio que permita evaluar a priori la duración de forma cuantitativa ni siquiera aproximada.
Forgestal y Refractarios Campo tienen, desde hace más de doce años, experiencias repetidas de éxito en condiciones en las que otros refractarios fracasaron.
Y esto en diversas instalaciones y con diferentes combinaciones de ataque por el combustible y por las arcillas.
En este tiempo han desarrollado y probado en operación materiales especialmente formulados para una duración óptima en condiciones de fuerte ataque químico, especialmente aquellas en que se juntan los elementos agresivos de combustible y arcillas.
Estos materiales pueden tener una duración de hasta 3 y 5 veces superior a la de otros refractarios.
4. PINTURAS REFRACTARIAS DE PROTECCION
Una vez asegurados los tres puntos anteriores, podemos considerar el posible efecto ADICIONAL de una capa protectora.
Forgestal, después de haber efectuado pruebas reales en vagonetas de hornos túnel con varios tipos de pintura protectora, ha optimizado su engobe protector, que ha dado los mejores resultados sobre sus propios refractarios.
Debe aplicarse lo antes posible, sin esperar a que se haya producido un ataque visible.
En todo caso es muy importante insistir en que una capa protectora puede ser una ayuda adicional para mejorar el comportamiento SÓLO SI SE APLICARON ANTES LOS PUNTOS 1. 2 y 3. De nada o poco servirá una buena pintura si se aplica sobre una mala base, o si se ataca con rescoldos o cenizas.
5. MANTENIMIENTO
Aún con todas las precauciones indicadas, el consumo de piezas de repuesto será, normalmente, superior al que sería necesario con un combustible sin agresividad química.
La substitución rápida de las piezas dañadas contribuirá decisivamente al mantenimiento de los revestimientos en perfectas condiciones operativas.
CONCLUSIONES
La utilización del cock de petróleo como combustible es totalmente compatible con una duración rentable del revestimiento de las vagonetas, a condición de:
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Asegurar una buena combustión sin formación de rescoldo.
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Evitar la acumulación de cenizas mediante una limpieza eficaz por aspiración.
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Utilizar el refractario adecuado, con resistencia probada al ataque químico.
Esta duración se puede incrementar aplicando, desde el inicio, un buen engobe protector y un buen mantenimiento con substitución rápida de las piezas deterioradas.
La molturación insuficiente y la alimentación concentrada, a borbotones a baja temperatura. generan montones de rescoldo sobre la vagoneta.
Los rescoldos y las acumulaciones de cenizas crean, a alta temperatura, un microclima de atmósfera agresiva para el refractario
Refractario común fuertemente atacado
por las cenizas acumuladas.
Campo-Forgestal
refractario
Otro refractario
Penetración del ataque después de 2,5 años de trabajo simultáneo en el mismo horno con cock de petróleo.
Vagonetas Forgestal/Campo trabajando con cock de petróleo